Viernes de romería, nuestro día grande

Hoy es viernes de San Roque, nuestro día más grande. Un día que forma parte de nuestra educación sentimental y sensorial, de nuestra personalidad blanqueña. Un viernes de Romería que lamentablemente todos recordaremos siempre.

Nuestros mayores nos dicen que desde 1739, la Romería se viene repitiendo, año tras año, el viernes siguiente a Viernes Santo, salvo el triste periodo de guerra civil de 1936 a 1939, en que no se celebró.

Aún en estas circunstancias tan adversas, todos tenemos en la memoria la llegada del Tío de la Pita bien temprano a la Plaza de la Iglesia, el inicio de la Romería entre la música y el olor a pólvora, para acompañar a San Roque hasta su ermita en el campo y celebrar la misa huertana a media mañana.

Miles de blanqueños y visitantes pasamos una alegre jornada de convivencia degustando las tradicionales monas, entre otros manjares, y pasando una rama de tomillo por las llagas del Santo.

Ya por la tarde, que toquen la burra en la procesión interminable, la más lúdica de todas, una fiesta de los sentidos que tiene que ver con nuestra necesidad de diversión, con instintos primitivos de nuestra especie, imprescindibles para construir nuestra identidad como pueblo.

Desde estas evocaciones que nos invaden en este día tan especial, no tengo más que palabras de orgullo y agradecimiento por el comportamiento ejemplar que la gran mayoría estáis demostrando ante esta crisis sanitaria sin precedentes.

Afortunadamente, a día de hoy, la incidencia de la pandemia en Blanca es marginal, un solo caso confirmado y que se ha recuperado totalmente. Pero no podemos bajar la guardia.

Desde el equipo de gobierno estamos trabajando duro para evitar contagios, de manera coordinada con la Delegación del Gobierno y la Comunidad Autónoma para frenar la expansión y, sobre todo, para ayudar a los más necesitados, tanto particulares como negocios.

He de confesar que, como vuestro alcalde, para mí es una experiencia muy emocionante comprobar la solidaridad que estáis demostrando en todos los aspectos, tanto materiales como humanos. Esta pandemia nos va a hacer mejores.

Quiero dar las gracias por su compromiso a la Policía Local, a los trabajadores del servicio de limpieza, a la Guardia Civil y Protección Civil y sobre todo a los trabajadores de la residencia y del Centro de Salud, de supermercados, comercios esenciales y farmacias, agricultores y transportistas. Todos están luchando en primera línea contra esta pandemia.

Y por supuesto, a todos los voluntarios y empresas que se nos ofrecen y colaboran de distintas formas donando material, alimentos y su tiempo. Sería imposible nombrarlos a todos, pero me siento enormemente orgulloso de ser vuestro paisano.

Es tiempo de estar en casa, para que pronto, cuando nos volvamos a reunir, no nos falte nadie.

OS EMPLAZO AL 4 DE SEPTIEMBRE.

¡VIVA SAN ROQUE Y VIVA BLANCA!

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