Sánchez Dragó: “Blanca es el pueblo del libro, del toro y de la libertad”

Sánchez Dragó: “El torero es el último guerrero del mundo actual”

El autor madrileño hace un repaso de la Historia de la Literatura en la conferencia titulada “Las armas y las letras”, con la que los más de ciento cincuenta vecinos disfrutaron durante más de dos horas.

Un torrente en el Río de las letras, así podríamos definir la conferencia de Fernando Sánchez Dragó en Blanca. “La literatura comenzó como una lucha en la búsqueda del elixir de la eterna juventud”, señaló Dragó quien, tras ser presentado por Alicia Núñez Brunton, comenzó su intervención agradeciendo la invitación y las palabras de la profesora de literatura y confiando a los asistentes que lo sentía mucho “pero tal y como dice mi camiseta, no soy Dragó”. El razonamiento que se escondía tras este planteamiento es que el autor no es “ni español ni extranjero, ni blanco ni negro, ni mujer ni varón. Soy yo sin etiquetas, que es lo contrario del ego. Toda mi vida he luchado por destrozar el ego para que emerja el yo profundo.”.

El escritor habló de distintos temas actuales, sobre su obra y sus escritos. Se declaró así amante de los toros, porque para él el torero es el último guerrero del mundo actual.

También comentó distintas anécdotas divertidas de su vida, como su relación con los gatos. Sobre ellos, o en concreto sobre su querido felino Soseki, retratado en Inmortal y tigre, al que se refirió como “un canto sobre las hazañas de un guerrero”. Esta obra fue reconocida como uno de sus textos más queridos. Es el libro con el que más se identifica y en el que ha pulido su estilo.

Como amante de los animales, Fernando Sánchez Dragó mostró sus creencias en torno a la tradición de los chamanes. Según estas ideas, todos llevamos un animal de poder dentro. En ese sentido, Dragó describió sus animales de poder, que se corresponden con el escarabajo, el gato, el lobo, lagarto y el oso. Todos ellos son individualistas, huyen de la historia y son guerreros. En este sentido, el autor afirmó que el más alto honor que ha tenido en su vida es el de ser caballero del escarabajo y haber dado mi nombre a un nuevo escarabajo descubierto en Namibia.

Dragó entusiasmó al aforo, que llenó la sala de conferencias Miguel Ángel Abenza. Las más de ciento cincuenta personas que asistieron disfrutaron de más de dos horas de coloquio e intercambio de impresiones con las que el autor se emocionó recordando su gato y los recuerdos que tenía dormidos en la memoria.

La conferencia terminó con el recital de la Canción del pirata, de José Espronceda. Su última intervención la dedicó al municipio: “lo dicho. Estáis en un pueblo del toro, del libro, y por tanto de la libertad”.

El ciclo continúa esta tarde con Juan Manuel de Prada.

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